viernes, 24 de diciembre de 2010

Pobres con pedigrí.

Cesped con almohadas para siestas.

Pajares amenos, sin paja.

Planos del tesoro con billete de ida y vuelta.

Maricas rumbosos con maracas.

Boleros que digan la verdad.

Bancos de parques con floreros automáticos.

Vales no invalidados para inválidos.

Sillas de ruedas con ruedas de la fortuna.

Casas de juegos para almas infantiles.

Sucesos que no sucedan.

Agua bendita para aguafiestas.

Almacen de entusiasmos.

Armarios vacios para ideas huecas.

Bolas de naftalina con plomo, para pesados.

Aviones con airbag para aterrizajes forzosos.

Aspiraciones para asmáticos.

Aires populares para pueblerinos.

Campos de futbol para pelotas.

Gradas de teatro que no desagraden.

Sangre de horchata para diabéticos.

Gafas de sol para “ver anos”.

Ilusiones para deprimidos.

Vacunas antiviaje para quedarse en casa.

Baules vacíos para guardar ideas.

Máquinas de tren sin vagones para evitar retrasos.

Tardones con sentido de la puntualidad.

Mesas camilla para enfermos aburridos.

Urnas amaestradas para partidos políticos.

Detector de mentiras para cargos públicos.

Suero de la verdad para campañas publicitarias.

Trompas musicales para músicos borrachos.

Músicos cachondos con bombo y platillo.

Baterías de música para guisos con ritmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario