domingo, 10 de octubre de 2010

Bienvenida

El motivo de estas “Benitinas” es parodiar humorísticamente el “relleno” de que se valen la mayoría de escritores para explicar las situaciones, paisajes, estados de ánimo de los personajes de sus relatos ,de lo que están narrando y de esta forma entenderlo ellos mismos, ya que hay escritores que son tan cortos que actúan como aquella personas que cuando te explican cualquier cosa van repitiendo “No se si me entiendes”, a los que siempre les contesto: “No se si te explicas”. O bien al que repite y repite y repite lo que te va diciendo, no para que lo entiendas tú, sino para entenderlo ellos también. En los buenos escritores está más que justificado, siempre que no se valgan de este recurso para paliar la falta de imaginación de lo que nos está narrando y que las frases tengan un verdadero sentido y coherencia con su relato. Cuando se prodigan demasiado en este tipo de frases, o explicaciones, sólo consiguen aburrir al lector con una prosa excesivamente prolija y falta de originalidad, y además creo que me está tomando por tonto por no comprenderle. Si el tema se desarrolla en Soria -por ejemplo- y escribe que “Era diciembre, de noche y que hacia un frio que se helaba el aliento, las palabras salían de su boca como cubitos de hielo que al chocar con el aire se convertían en un verdadero suplicio para el que las escuchaba, penetrando en sus oidos como un alud que se precipitaba hacia su corazón...” Demasiada retórica, cualquier español sabe que en Soria y en el mes de diciembre hace un frío que se “joden las piedras” . Por lo tanto sobran tantas explicaciones, digo yo, basta con decir que hacía frio y ya está, todo lo demás sobra. Como ejemplo recordaré aquella famosa frase, de todos conocida,“Era de noche y sin embargo llovía, y cuanto más llovía, más agua caía”. ¿Qué tiene que ver que sea de noche para que llueva?. Las frases que a continuación escribo, son originales mías, o si no,son frases que de una forma u otra han llegado a mis oidos. Incluyo también las tonterías que se me van ocurriendo, o pudiéramos decir como una especie de pensamientos que surgen observando al prójimo como a mí mismo, !amén!.